A finales de la Edad Media se atribuyó al filósofo William Ockham el principio de razonamiento de la navaja de Occam, también conocido como principio de parsimonia o de simplicidad. Este principio dicta que cuando se presentan distintas hipótesis sobre un problema, se debe seleccionar la que utilice menos suposiciones.
Pluralitas non est ponenda sine necessitate. Es decir, las cosas esenciales no deben multiplicarse si no hay necesidad. Si lo llevamos a un campo más científico, un raciocinio que está basado en menos y más sencillas premisas es más verosímil. Menos es más.
Si hablamos desde la perspectiva de UX, debemos analizar todos los elementos de nuestra interfaz y eliminar todos los que sean posibles, sin comprometer la función general. Por eso son importantes los principios de usabilidad de Nielsen, donde se indica que el diseño debe ser minimalista.
Y como creo que no se necesita más explicación para entender esto, haré uso de la Navaja d Occam para este post y lo dejaré aquí. Recordad, menos es más.