Cuando hablamos sobre diseños en términos de usabilidad, siempre debemos tomar como referencia a uno de los grandes expertos en la materia, Don Norman. Es un profesor de ciencia cognitiva que estableció un marco para el análisis de productos en base a tres procesamientos.
¿Qué significa eso? Que podemos analizar una página web, por ejemplo, desde tres puntos de vista distintos, pero complementarios.
1. Visceral
¿Es bella la página? ¿Qué se percibe nada más mirarla? ¿Cuál es su apariencia inmediata? ¿Cuáles son sus cualidades más superficiales?
El diseño visceral es la apariencia, el placer estético. Es el diseño con el que los consumidores se identifican con las marcas y su estética. Es el más común en sectores como turismo, moda o lujo.
![](https://i0.wp.com/welcometoux.com/wp-content/uploads/2019/12/visce.jpg?fit=720%2C368&ssl=1)
2. Conductual
¿Qué se siente al utilizar la página? ¿Cómo funciona? ¿Es agradable o desagradable de usar? ¿La experiencia es homogénea? ¿Hay interrupciones?
El diseño conductual se centra en la facilidad de uso, efectividad y el placer de navegar por la web. Lo importante es que sea muy funcional e intuitiva.
![](https://i2.wp.com/welcometoux.com/wp-content/uploads/2019/12/cond.png?fit=720%2C368&ssl=1)
3. Reflexivo
¿Qué imagen busca transmitir la página? ¿Qué valores transmite? ¿Se vincula con tradiciones o momentos especiales?
El diseño reflexivo se basa en construir un relato alrededor del producto o de la marca. En los valores que representa y que hace que nos sintamos identificados.
![](https://i1.wp.com/welcometoux.com/wp-content/uploads/2019/12/ref.png?fit=720%2C368&ssl=1)
La belleza y la inteligencia, el placer y facilidad de uso, debe ir de la mano.
Don Norman
Todos los productos digitales deben hacer convivir los tres niveles de diseño. No se trata de elegir solo uno de ellos. Sino de combinarlos para conseguir la mejor experiencia posible para nuestros usuarios.