Una de las leyes de UX más interesantes es el efecto Zeigarnik. La psicóloga de la Gestalt y psiquiatra soviética, Bluma Zeigarnik, se percató en un restaurante que los camareros recordaban mucho más los pedidos por entregar que los completados. Este descubrimiento la llevó a realizar un estudio, en 1927, con un grupo de sujetos, a los que planteaba realizar una serie de entre 18 y 21 tareas. La mitad de esas tareas se interrumpían antes de que los individuos pudieran terminarlas. Dichas tareas inacabadas eran las que a posteriori recordaban más, obviando totalmente las completadas.
Es decir, recordamos más las tareas inacabadas que las completadas. Y nos pasa en muchos aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, cuando vemos una serie y finaliza un capítulo con un cliffhanger en toda regla; el famoso CONTINUARÁ.
Si hablamos de este efecto en términos de UX es cuando entendemos términos como la gamificación. ¿Por qué siempre tenemos ese ansia de terminar pantallas en el Candy Crush? ¿Por qué tenemos la necesidad de completar al 100% nuestro perfil en Linkedin? ¿Por qué existen los TO-DO en el trabajo? Por el efecto Zeigarnik.
Algunas técnicas que podemos utilizar para reforzar el efecto Zeigarnik son las barras de progreso, como la que utiliza Linkedin en la imagen anterior para incentivar al usuario a completar su perfil. Los globos de notificación son otra muy buena técnica. De esta manera el usuario sabe que tiene tareas pendientes y siente esa necesidad de querer completarlas, como en el siguiente caso del juego móvil Preguntados.
En resumen, si nos apoyamos en el uso del efecto Zeigarnik, conseguiremos que nuestros usuarios sean más recurrentes e interactuen en mayor medida con nuestro producto. Sin duda, una buena praxis para mejorar la experiencia de usuario.
La respuesta más corta es hacer las cosas
Ernest Hemingway
